Tercer Sector de la Economía: Banca
Se conoce como el tercer sector de la economía: Banca, al gran número de entidades o corporaciones que conforman el sistema bancario. Llevan a cabo su labor específica de captación de financiación y otorgamiento de préstamos de recursos en el mercado económico y financiero.
La principal finalidad y explicación de la existencia de este sector de la economía, es la necesidad de que determinadas organizaciones sean las encargadas de llevar a cabo operaciones de intermediación financiera. De este modo, es posible que el dinero se mueva de un lugar a otro ajustándose a unos determinados riesgos y plazos que marca la realidad financiera.
La banca se encarga a través de su propia actividad y naturaleza de obtener recursos económicos y financieros por medio de multitud de instrumentos creados para tal fin, como bonos, depósitos u obligaciones. Además se dedica a captar o recolectar dinero de las personas que consiguen a cambio unos intereses dependiendo del tipo de cuenta donde lo depositen; es decir, dado que al banco le interesa que las personas o empresas pongan su dinero en él, éste paga a cambio una cantidad económica como incentivo.
Parte del dinero que los bancos obtienen de la captación de capitales lo destinan a créditos a las personas, empresas u organizaciones que los soliciten a cambio del pago de unos intereses, esto es lo que se denomina colocación, hecho que permite poner dinero en circulación para activar la economía.
Dependiendo de las leyes de los países, los bancos pueden cumplir funciones adicionales a las antes mencionadas; por ejemplo, negociar acciones, bonos del gobierno, monedas de otros países, etc.
Cuando estas actividades las realiza un solo banco se denomina banca universal o banca múltiple. Igualmente, estas actividades pueden ser realizadas de manera separada por bancos especializados en una o más actividades en particular. Esto se denomina banca especializada.
Independiente de los tipos de bancos, éstos permiten que el dinero circule en la economía, que el dinero que algunas personas u organizaciones tengan disponible pueda pasar a otras que no lo tienen y que lo solicitan. De esta forma facilita las actividades de estas personas y organizaciones y mejora el desempeño de la economía en general.
Asimismo, durante los últimos años ha surgido un nuevo modelo, la banca ética que se basa en conceptos como la transparencia y la utilidad social.
Existen dos tipos de banca:
- Banca minorista: la más habitual en operaciones simples de personas y empresas. A su vez se divide en:
- Privada: asesoramiento financiero, fondos de inversión, etc.
- De particulares: cuentas a la vista, depósitos, recibos y nóminas, hipotecas, créditos, etc.
- Banca mayorista: destinada a grandes volúmenes de dinero procedentes de importantes operaciones económicas. Se divide también en dos segmentos:
- De inversión: estructuras financieras, fusiones y adquisiciones (M&A), asesoramiento, etc.
- De empresas: Gestión del pasivo (líneas de crédito, factoring o confirming), gestión del inmovilizado (préstamos, leasing, renting, etc.).
Un banco no genera sólo beneficios de la adquisición y colocación de capitales, sino que también soporta grandes costes derivados de su actividad, todo ello lo podemos obtener a través del análisis de datos. Entre los que podemos destacar:
- Gastos derivados de la actividad comercial en oficinas
- Alquileres
- Mantenimientos
- Suministros
- Comunidades
- Mobiliario (Compra y amortización)
- Obras
- Gastos inherentes a su actividad principal
- Gestorías
- Notarías
- Impuestos
- Mantenimiento de activos inmobiliarios adjudicados
- Gastos derivados de los servicios a clientes
- Cuotas por acceso y uso de medios de pago
- Cuota por tasación de activos
- Mantenimiento cajeros
- Servicio de correos y comunicación a clientes
- Infraestructura Informática
- Gastos de personal
- Seguridad Social