Los suministros médicos y farmacéuticos se refieren a una amplia gama de productos utilizados en el ámbito sanitario para el diagnóstico, prevención, control, tratamiento o alivio de enfermedades. 

En función de su naturaleza y uso, podemos hablar de productos que se compran habitualmente o productos que se alquilan habitualmente 

Productos que se compran habitualmente: 

  • Medicamentos:

    En España los precios de los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS) están regulados por el sistema de precios de referencia.

Este sistema establece un precio máximo financiado para cada conjunto de medicamentos con el mismo principio activo y vía de administración.

Tanto el margen de distribución como el de dispensación (en farmacias) están establecidos por ley. Los precioshttp://(BOE-A-2014-3189 Real Decreto 177/2014, de 21 de marzo, por el que se regula el sistema de precios de referencia y de agrupaciones homogéneas de medicamentos en el Sistema Nacional de Salud, y determinados sistemas de información en materia de financiación y precios de los medicamentos y productos sanitarios. se revisan regularmente por la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos para garantizar sostenibilidad y accesibilidad. 

  • Productos sanitarios financiados:

    Existe una menor regulación. No están sujetos al sistema de precios de referencia como los medicamentos, pero sí tienen mecanismos de control de precios, así como márgenes de distribución y dispensación regulados. Podemos categorizarlos como: 

  • Productos ortoprotésicos:

    tienen como finalidad sustituir total o parcialmente una estructura corporal o bien modificar, corregir o facilitar su función, como sillas de ruedas, ortesis o ortoprótesis espaciales.  

  • Efectos y accesorios:

    Son productos sanitarios de fabricación seriada que se obtienen en régimen ambulatorio y están destinados a utilizarse con la finalidad de llevar a cabo un tratamiento terapéutico.

También aquello que ayudan al enfermo en los efectos indeseados del mismo, como materiales de cura, utensilios destinados a la aplicación de medicamentos, o para la recogida de excretas y secreciones. 

  • Otros productos sanitarios financiados:

    Tecnologías innovadoras y dispositivos médicos avanzados que no encajan en las categorías tradicionales de efectos y accesorios o productos ortoprotésicos. 

  • Productos sanitarios no financiados (como cosméticos, complementos alimenticios, termómetros digitales, estetoscopios, pulsioxímetros, etc.):

Se negocia directamente con proveedores. Esto permite mayor flexibilidad en los márgenes. Los productos no financiados se actualizan dependiendo del mercado. 

  • Material fungible:

    Productos de un solo uso, desechable después de su utilización, que requiere un reemplazo constante. Ejemplo de productos fungibles son: jeringas, gasas, guantes, reactivos, etc. 

  • Equipos médicos de uso prolongado y bajo costo de mantenimiento 

 

En España cualquier estrategia de venta debe cumplir con las normativas aplicables al sector sanitario y, por lo tanto, no se permite usar incentivos engañosos ni promociones que puedan inducir un uso inadecuado del producto.

Sin embargo, existen varias estrategias de venta que influyen en el precio de los productos sanitarios, entre las que podemos destacar: 

  • Descuentos por volumen: ofrecer precios reducidos a medida que aumenta la cantidad comprada. 
  • Descuentos combinados o por cantidad mínima: ofrecer descuentos al combinar productos o al alcanzar un pedido mínimo. 
  • Paquetes de productos con servicios: combinar productos sanitarios con servicios adicionales (mantenimiento, formación, etc.) en una única oferta. 
  • Lanzamiento de nuevos productos: campañas específicas para introducir innovaciones tecnológicas o nuevos dispositivos médicos. 
  • Marketing relacional y programas de fidelización: Desarrollar relaciones a largo plazo con los clientes mediante programas que recompensan compras repetidas y referencias, como cupones, puntos o servicios gratuitos. 
  • Incentivos por recomendaciones (programas referidos): premiar a los clientes que recomienden los productos a otros. 
  • Precios escalonados según tipo de cliente: ofrecer precios diferenciados para pequeños distribuidores, grandes hospitales o cadenas. 

 

Productos que se alquilan habitualmente: 

Se suele optar por el alquiler de equipos médicos de alto costo, que requieren mantenimiento frecuente o que pueden quedarse obsoletos rápidamente debido a los avances tecnológicos. 

Aunque también se pueden alquilar equipos de menor tamaño como camillas para desplazamiento, sillones y camas ajustables o grúas. 

El alquiler de estos equipos ofrece ventajas fiscales, ya que las cuotas son 100% deducibles, y mejora la rentabilidad al no requerir amortización de la inversión. 

 

Y ya que hablamos de suministros médicos,

¿os habéis parado a pensar en todos los gastos ‘invisibles’ que hay detrás de un hospital o de un centro de salud? Alquileres, limpieza, seguridad…

Un mundo de euros común con otros sectores de actividad que tendremos que destripar en otro artículo. 

 

En definitiva, en un contexto donde los recursos sanitarios son limitados y las necesidades asistenciales crecen constantemente, es fundamental analizar detalladamente el gasto en suministros médicos y farmacéuticos.  

Una gestión eficiente no solo garantiza el acceso a productos esenciales, sino que también evita pérdidas que podrían comprometer la sostenibilidad del sistema sanitario.  

Apostar por estrategias basadas en datos y planificación permitirá optimizar los recursos disponibles, asegurando una atención sanitaria de calidad para todos. 

El análisis detallado de los datos históricos de gasto en suministros médicos y farmacéuticos no solo es una herramienta para identificar ineficiencias.

Es más, puede convertirse en una fuente de ingresos extraordinarios y mejoras significativas en la eficiencia operativa.  

Al examinar minuciosamente los patrones de compra, uso y distribución de estos suministros, las organizaciones sanitarias pueden descubrir oportunidades ocultas de ahorro.

Y no sólo eso, también optimizar sus procesos de adquisición y gestión de inventario, e incluso identificar posibles reembolsos o compensaciones por gastos inadecuados o excesivos en el pasado.  

Esta práctica de ‘minería de datos sanitarios’ no solo contribuye a la sostenibilidad financiera del sistema de salud, sino que también libera recursos que pueden reinvertirse en la mejora de la atención al paciente y la innovación médica.  

En un sector donde cada euro cuenta, la capacidad de transformar el análisis de datos en beneficios tangibles se convierte en una competencia crítica para los gestores sanitarios modernos 

 

David Hernández Romeo

Socio de ACFYD ANALISIS, S.L.

AHDA Analytics Insight