¿Qué sucede con el empleo? II ¿Y en España? 

La Gran Dimisión, la Gran Renuncia, que se está provocando en Estados Unidos se ha ido trasladando a Europa y, en consecuencia, a España, pero, como todo en la vida, un cambio de entorno va de la mano de una adaptación.

Ni qué decir tiene que la economía norteamericana es muy diferente a la europea, y cada una de éstas entre sí. Cada mercado tiene sus rigideces y sus flexibilidades, así como la forma en la que nos desenvolvemos para trabajar, donde influyen cantidad de variables, tanto relacionadas con el trabajo, como las del entorno.

Tomando los comentarios de Pilar Llácer, como experta reconocida en Recursos Humanos, recogidos por Vozpopuli el pasado mes de junio, un factor muy importante en la economía americana es la gran movilidad laboral que allí existe, tanto entre empresas como entre ciudades y estados. Estadísticamente hablando, una persona en EEUU cambia de trabajo 7 veces a lo largo de su vida profesional, mientras en España la cultura es diferente, se cambia poco, y a partir de un tramo de edad, empieza a reinar la resignación, por encima del deseo de cambio.

Como comentan, pudiera ser que lo que allí sucede de obra, aquí ocurre de pensamiento, aunque hay sectores que, históricamente han tenido alta demanda y para los que en estos momentos es complicado cubrir la totalidad de puestos que se necesitan.

Si añadimos los niveles de desempleo en España a la ecuación, el fenómeno se complica un poco.

 

qué sucede con el empleo en España

 

El gráfico muestra que el desempleo ha iniciado una desescalada a partir de marzo de 2021. La postpandemia ha provocado un contexto de creación de empleo (habrá que ver su evolución a partir del otoño).

De igual manera, en los últimos meses, se ha incorporado al análisis otra variable, que es el número de personas que abandonan su puesto de trabajo libremente, que, si tomamos el dato acumulado a marzo de este año, la curva parece bastante significativa:

 

El desempleo en España

 

El gráfico muestra que ha habido una subida extraordinaria desde 2020, si bien, no ha alcanzado (todavía) el nivel de 2007-2008.

Pero, lo cierto, tal y como comentaba en mi anterior artículo, es que existe una tendencia que antes no se percibía, y que esa tendencia está empezando a provocar que los desajustes lógicos entre oferta y demanda sean, cada vez, más grandes.

De todas formas, hay que recordar que lo llamativo, en ese caso era que cada vez se ofertaban más puestos que no se cubrían, y su diferencial con respecto a los abandonos se hace cada vez más grande.

Si hablamos de sectores, estamos viendo cómo profesiones de alta oferta en España, como el sector de la hostelería, tienen dificultades de cubrir las plazas que necesitan. Sólo hay que recordar la frase del CEO de NH Hotel Group hace un par de meses cuando comentó que en Madrid les quitaban los camareros como si fueran violinistas.

Es cierto que hablamos de sectores que exigen una menor cualificación, en los que se puede llegar a entender que haya una tasa importante de trabajadores que lo entiendan como un trabajo de paso, o bien, como la única alternativa.

Pero ocurren circunstancias parecidas en el sector de la construcción, o el del transporte, con un déficit cada vez mayor de camioneros, justo en un momento en el que el sector del transporte requiere cada vez mayor número de trabajadores.

Si nos vamos a los perfiles técnicos o al sector tecnológico, la situación es parecida, y, aunque desde siempre, ha sido un sector con una movilidad mayor a la media, las empresas no se ven capaces de cubrir los puestos que necesitan, a pesar de que en los últimos años, las universidades han aumentado su oferta formativa, intentando adaptarse a una demanda que no se ven capaces de satisfacer.

Con esta reflexión no quiero llegar a una conclusión, porque lo que tengo claro de todo este fenómeno es que todavía no se ha diagnosticado del todo, lo que significa que tampoco se tiene muy claro hacia dónde evolucionará (hoy leo en la prensa que una parte importante de las personas que abandonaron sus empleos en Estados Unidos a principios de año, se arrepienten de haberlo hecho), pero, para resumir, me quedaría con varias ideas:

  • El mix de elementos a la hora de elegir trabajo se ha modificado, y parece que muchas empresas todavía no se han dado cuenta de ello.
  • Este proceso de renuncia voluntaria es un proceso que no discrimina ni por sector ni por edad ni por otro criterio de actividad.
  • El impacto a nivel español es y será diferente del impacto en una economía tan dinámica como la estadounidense.

 

Alejandro Ribas – Socio ACFYD Análisis