Matar moscas a cañonazos

Eran las 8 de la tarde y mi reloj inteligente me avisó que llevaba tiempo sin comer. Miré en la aplicación “despensa” para comprobar, muy a mi pesar, que no tenía nada que echarme a la boca.

¡Qué sería de nosotros sin la tecnología!

Salí a comprar.

Hace años que adquirí el coche autónomo porque la tienda está a 5 minutos andando. Ahora puedo ir y venir sin problemas.

¡Qué necesaria la tecnología!

Cuando llegué a casa me preparé el bocata. Mi nueva sierra eléctrica es ideal para cortar el pan, y no hay nada como el horno de vapor para calentarlo un poco y que la mantequilla se extienda más rápido. Un toque de freidora de aire, y listo. Eso sí, imprescindible la inteligencia artificial para recordar todos los ingredientes.

¡Un sándwich mixto delicioso!

¡No sé cómo hacían los abuelos para no morirse de inanición sin tanta tecnología!

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Matar moscas a cañonazos. ACFYD Análisis

El avance tecnológico es imparable. Provocará una nueva era en la que todo será más sencillo.

Pero tendremos que plantearnos el alcance o, dicho de otro modo, qué es lo que necesitamos en función de lo que qué queramos conseguir.

ACFYD Análisis analiza los datos de las compras de sus clientes para comprobar que las condiciones negociadas entre ellos con sus proveedores y acreedores se cumplan en el proceso de la compra.

Así que utilizaré el análisis de datos a modo de ejemplo.

Por supuesto, el tener programas que sean capaces de realizar pruebas y controles en grandes volúmenes de datos es imprescindible para tener acceso al 100% de los datos. Y está claro que este acceso es imprescindible para garantizar el análisis a la totalidad de la compra.

Pero también usamos el Excel, y la calculadora, y no podríamos ni empezar si no tuviéramos un lápiz y un papel para plantear el análisis.

Porque al principio de todo están las personas, que leen la información, que la interpretan, que son curiosos y se preguntan cómo se tienen que aplicar las condiciones, por qué se han aplicado de una manera en concreto.

Hace unos días asistí a una charla dónde explicaban la diferencia entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana. Hablaban de la diferencia entre el pensamiento aleatorio y el pensamiento caótico.

Una inteligencia artificial puede ser aleatoria, pero el ser humano, por naturaleza, es caótico.

Voy a hacer un paréntesis y recurrir a la RAE:

  • Aleatorio: Que depende del azar.
    • Azar: Casualidad, caso fortuito.
  • Caótico: Perteneciente o relativo al caos.
    • Caos: Confusión, desorden.

Después traté de contarle un chiste a ChatGPT. No. Traté de explicarle un chiste a ChatGPT. Pero no puede, porque ChatGPT no puede asumir como lógico una lógica caótica. No es capaz de dar como cierta una premisa que sólo puede entenderse desde una visión ilógica de la realidad.

Me pierdo. Hago un giro y vuelvo al principio.

Se habla de un crecimiento exponencial de la tecnología. Por desgracia, hemos sufrido una pandemia que nos ha mostrado a todos que un crecimiento exponencial nos va a llevar a un periodo de descontrol de la tecnología. Aunque también que, de vez en cuando, somos capaces de ordenar el caos y controlar la circunstancias que nos rodean.

Será importante que pongamos a las personas en primer plano, que pensemos qué queremos hacer y qué tecnologías son útiles para conseguir nuestros objetivos. Que controlemos en todo momento el resultado al que queremos llegar.

En ACFYD no seríamos capaces de realizar un solo análisis si no fuéramos caos, si no entendiéramos que las empresas son caos. Si no estuviéramos tan seguros de que las empresas las forman personas, que usan máquinas, pero que son personas por encima de todo.

Así que lo tenemos claro: nuestra principal ventaja competitiva no son las herramientas tecnológicas, ya sea un Excel, un lector de Pdfs, o una herramienta de tratamiento de bases de datos. Nuestro capital son las personas que formamos ACFYD, que pensamos que queremos hacer con las herramientas, y que cuestionamos el resultado final porque el caos sólo se puede entender si se acepta, y porque el control del resultado es lo único que garantiza que la tecnología nos devuelve la eficiencia que le pedimos.

 

David Hernández

Socio de ACFYD Análisis.